8 mar 2012

Presentación - Iñaki Lz de Viñaspre - 08/03/2012

Bueno, amigos, por fin nace este invento. Vivir al pil-pil. Ya diréis, vaya nombre se han buscado estos para hacer un blog, no? Pues sí, tenéis toda la razón. Lo adecuado para una cosa así hubiese sido el nombre de algún fundador de la gastronomía o chef ya difunto, el de algún producto picantón o el de cualquier rincón que nos evoque a un delicioso manjar. Pues no, a complicarse la vida.

Vivir al pil-pil, se llama así porque es la forma que tenemos de ver este mundo. Estamos aquí para VIVIR, así, con mayúsculas, para disfrutar de aquellas grandes cosas que siempre parecen pequeñas a primera vista.

El pil-pil, una de las salsas esenciales de la cocina vasca, junto a la vizcaína, la verde y la de tinta. Uno de los cuatro reyes de nuestra cocina. El pil-pil es la salsa onomatopéyica por excelencia. Cuando tomamos en nuestras manos una cazuela de barro con ajo, aceite de oliva virgen y una delicia de pescado y comenzamos a menearla con cariño, a esa temperatura ni fría ni caliente (aprox. 65 grados) en ese momento empieza a producirse el milagro de la emulsión junto a un discreto ronroneo.....

Pil pil pil pil.................

Si, amigos, somos salseros!!!!!! La salsa es nuestro hábitat natural. Nos gusta vivir sacando la salsa a la vida, nos pierde sacar nuestra gelatina dentro de ella.

Este blog es fundamentalmente eso, una reunión de salseros que disfrutan y quieren compartir el placer de la vida. No pretende ser un blog gastronómico al uso. No somos, ni lo pretendemos, ser críticos, jueces o fiscales. Vamos a escribir de lo que nos gusta, de la gente de la que nos hemos enamorado, de los rincones por los que perdemos la poca razón que nos queda. Vamos a escribir de lo que nos da la gana, de la forma que nos apetece.

Queremos, además, compartir este espacio con todos vosotros. Con todos aquellos pilpileros que descubrís, os sorprendéis y os enamoráis de todo lo que aparece debajo de lo evidente. Este también es vuestro txoko, el rincón en el que vamos a compartir secretos inconfesables que, como ya sabéis, lo que más gusta es contarlos.

Y en este galeón con destino a ninguna parte que, como única misión tiene la de disfrutar del camino y, por dios!!!, que nunca llegue a puerto, para esta misión, repito, tenía que subir a una tripulación de locos y gozones de primera categoría. No creáis que la tarea ha sido fácil. Unos por vagos, otros por hedonistas y otros por entretenidos, a cada uno de ellos lo he tenido que convencer para que plasme sus secretos. Al fin, como no podía ser de otra forma, todos están encantados. Mis cenas me costará mantener a esta tripulación descerrajada sin motines continuos. Si os tengo que ser sincero, lo que nos une a todos es la pasión por los motines de todo tipo y me callo!!!